Dr. Rubén Terg
por el Dr. Gustavo Romero

Es para mí un honor escribir este reconocimiento de la Sociedad Argentina de Hepatología para mi jefe, mentor y amigo, el Dr. Rubén Terg, un médico clínico, científico, docente y líder, Maestro de la Hepatología y uno de los fundadores de esta disciplina en Argentina.
Rubén se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1969. En 1970 ingresó a la recién formada residencia de Gastroenterología en el Hospital Carlos Bonorino Udaondo, institución que nunca abandonaría hasta su jubilación. Fue elegido Jefe de Residentes en 1975 y, pocos años después, formó un grupo de trabajo en Hepatología, del cual sería nombrado Jefe interino en 1978.
En 1987 realizó una estadía en el Servicio de Hepatología y Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona, donde estableció un estrecho vínculo con los médicos de ese servicio, especialmente con el Prof. Vicente Arroyo con quien mantendría una larga amistad. Gracias a ese lazo, destacados hepatólogos españoles vinieron a Argentina y compartieron semanas de trabajo con nuestro grupo en el Hospital Udaondo, una experiencia singular que mejoró nuestras habilidades en el manejo de las enfermedades hepáticas en una época sin las ventajas que la tecnología actual nos brinda.
Su pasión por las enfermedades hepáticas lo llevó a crear en el Hospital la Fundación para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (FUNDIGH), un lugar que siempre consideró su hogar profesional. Su principal interés fue el estudio y tratamiento de las complicaciones de la cirrosis, creando una Sección de Hepatología que desde el ámbito público se transformó en uno de los motores de la investigación científica en esta disciplina en la Argentina.
Como muestra de su visión de futuro y de su generosidad, en 1989 Rubén incorporó al grupo al Dr. David Kravetz, de amplia experiencia en hipertensión portal, permitiendo la realización de estudios hemodinámicos que potenciaron aún más la producción científica del servicio.
Rubén fue autor de más de 80 artículos científicos en las principales revistas de la especialidad y alcanzó reconocimiento Nacional e Internacional. Sus contribuciones impulsaron el tratamiento de las complicaciones de la cirrosis, en especial la hemorragia por várices esofágicas y la ascitis. Participó además como investigador principal en numerosos ensayos clínicos, contribuyendo al desarrollo de nuevos fármacos para la hepatitis B y C.
Se destacó como docente y uno de los logros que más satisfacción le produjo fue la dirección de cuatro Cursos completos de Hepatología realizados junto a los médicos de su Servicio, con participación presencial de más de 400 médicos de todo el país.
Fue Presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado y de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, Investigador Independiente del Consejo de Investigación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, miembro del Comité Editorial de Annals of Hepatology, Editor Asociado de Acta Gastroenterológica Latinoamericana, Jefe de la Sección de Hepatología y del Servicio de Clínica Gastroenterológica del Hospital Bonorino Udaondo, y Profesor Asociado de Gastroenterología de la Universidad del Salvador.
Más allá de su labor científica y docente, el Prof. Terg se destacó por su generosidad, promoviendo el desarrollo y crecimiento de todos los miembros de su grupo, del cual tuve la fortuna de formar parte, junto a colegas como Ana Podestá, Raquel Abecasis, Diana Levi, Alberto Muñoz, Carlos Míguez, Mariano Cartier y muchos otros que pasaron por su querido Hospital Bonorino Udaondo.
Por todo ello, su designación como Maestro de la Hepatología Argentina fue un justo reconocimiento a su persona y trayectoria. Años después de su temprano fallecimiento, su presencia sigue viva en todos aquellos que tuvimos el privilegio de haber trabajado y compartido una parte de nuestra vida con él.