Dr. Jorge Daruich
por el Dr. Juan A. Sordá

Jorge Rodolfo Daruich, Maestro de la Hepatología, se graduó como médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tucumán. Su gran interés era la Gastroenterología y la Hepatología. Para ello tomó una decisión crucial que posteriormente impactaría en su vida y en la profesión. Viajó a Buenos Aires e ingresó a la Cuarta Cátedra de Medicina del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires en el año 1983, cuyo director era el Prof. Dr. Rubén Lancestremere. Era indispensable en aquella época tener una formación clínica previa a la formación del especialista. El lugar elegido por Jorge fue el indicado.
Parte de la formación del Prof. Dr. Rubén Lancestremere la había hecho en la Universidad de Boston, Massachusetts, donde publicó en 1962 un artículo sobre la disfunción renal y hemodinámica en enfermos con cirrosis. El estudio fue reproducido en 1984 en el Hospital de Clínicas y Jorge fue el responsable en realizarlo.
No caben dudas de que, además de lo atractivo de seguir una determinada especialidad, las personalidades de algunos médicos, sus actitudes y destrezas influyen en nuestras decisiones. Es así que la figura del Prof. Dr. Jorge Findor, maestro y pionero de la hepatología argentina, constituía un atractivo especial. Entre los años 1984 y 1985 se forma el primer grupo de hepatólogos del Hospital de Clínicas dirigido por Jorge Findor, donde Jorge Daruich era un integrante indispensable.
En 1988 Jorge decide realizar un fellowship en la Unidad de Hígado de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, Brasil, cuyo director era el Prof. Dr. Silvano Raia, pionero del trasplante hepático en Sudamérica e inventor de la técnica de trasplante hepático inter vivos. Ese paso por San Pablo fue fructífero no solo para él sino para todo el grupo.
En 1990 se reintegra al equipo y a partir de ese momento comienza una gran producción científica: más de 150 publicaciones en diferentes revistas médicas con jurado nacional e internacional, más de 30 premios y una destacada colaboración en capítulos de libros de la especialidad y de Medicina Interna. Jorge domina todos los aspectos de la especialidad, convirtiéndose en un referente indiscutido para las interconsultas de casos clínicos complejos y desafiantes.
De su vasta producción científica se destaca la aplicación de los estimulantes de colonias de granulocitos en pacientes con cirrosis hepática relacionada con virus C tratados con interferón, primer estudio producido en Argentina presentado de manera oral en la AASLD. También fue pionero en el manejo de hepatitis C en grupos de extrema complejidad como los hemofílicos coinfectados con HIV y en estadio cirrótico.
Jorge tenía (y tiene) un hobby especial: el metabolismo del hierro. Uno de sus primeros trabajos, publicado en 1990, estudió la determinación y prevalencia de genes de la hemocromatosis hereditaria, cuyos resultados modificaron el algoritmo diagnóstico en nuestro medio. En esa misma línea, junto a Hemoterapia del Hospital de Clínicas, llevó adelante la primera eritroaferesis en pacientes con hemocromatosis hereditaria tratados con eritropoyetina recombinante humana, constituyéndose en una alternativa terapéutica novedosa.
Los trabajos publicados sobre sobrecarga de hierro y su compromiso sobre diferentes órganos lo llevaron a participar activamente en reuniones científicas internacionales. La claridad conceptual transmitida sobre la hemocromatosis hereditaria ha sido esencial tanto para hepatólogos como para internistas.
El Dr. Jorge Daruich se desempeñó como Jefe de la Sección de Hepatología de la División de Gastroenterología durante más de 25 años. Allí, en su casa académica —el Hospital de Clínicas— desarrolló todo su potencial intelectual y organizativo. Fue un placer, con café de por medio, compartir e intercambiar temprano por las mañanas casos clínicos, publicaciones y proyectos. Así, de manera simple pero trascendente, pasaron los años junto a Jorge. Durante su jefatura se entrenaron más de 100 residentes, becarios y fellowships.
Entre sus cualidades humanas destaco su creatividad, lealtad, honestidad y responsabilidad. Cada acto médico científico de Jorge tuvo un sello inigualable en la División de Gastroenterología del Hospital de Clínicas. Su conocimiento de la Clínica Médica, indispensable para ejercer la hepatología, su sagacidad e inteligencia, nos llevaban en los ateneos a diagnósticos precisos y a amplios diagnósticos diferenciales.
Tuve la fortuna de compartir prácticamente toda mi carrera médica junto a Jorge. Su poder organizativo, esfuerzo y responsabilidad se plasmaron cuando ejerció la presidencia de la SAHE y la presidencia del Congreso Latinoamericano y Argentino de Hepatología. Varios consensos de la SAHE recayeron sobre él y los dirigió con absoluta destreza, alcanzando ampliamente los objetivos propuestos.
Además de la medicina, Jorge es un excelente anfitrión y un eximio asador. Sus amigos más cercanos hemos disfrutado de su hospitalidad. También, en un momento de su vida, fue atraído por el arte de la fotografía. En similitud con la medicina, al apretar el obturador captaba la escena con la misma precisión con la que interpretaba la enfermedad de un paciente.
Los recuerdos junto a Jorge Daruich serán imborrables; las discusiones médicas trascenderán el tiempo y todos aquellos que pudieron interactuar con él y aprender hepatología recordarán la sapiencia del maestro y amigo.