En la Argentina, la vacuna de la hepatitis A forma parte del calendario nacional de vacunación y se aplica, en una única dosis, a los 12 meses de vida. En cuanto a la hepatitis B se aplica una dosis al recién nacido dentro de las 12 horas de vida y luego como parte de la vacuna quíntuple celular o pentavalente a los 4 y 6 meses de vida. También se incorporó recientemente al calendario para todos los adultos, siendo aplicada de manera gratuita en hospitales públicos y centros de vacunación de todo el país. El virus de la hepatitis C es el único que hasta el momento no tiene vacuna desarrollada.
Acerca de las políticas de vacunación en Argentina
La Asociación Argentina para el Estudio de la Enfermedades del Hígado (SAHE) respalda contundentemente todos los logros que se han alcanzado en nuestro país a través de las políticas de vacunación.
La institución considera a las vacunas como una herramienta fundamental en la prevención y potencial erradicación de enfermedades severas durante todas las etapas de la vida y celebra que Argentina haya priorizado esta estrategia para promover mejoras en la salud pública en las últimas décadas.
A nivel internacional, y también en nuestro país, es amplia, concluyente e irrefutable la evidencia científica sobre la efectividad de la vacunación para prevenir enfermedades del hígado como las hepatitis virales tipos A y B. También son abrumadores y contundentes sus beneficios en condiciones como la neumonía en niños y adultos, la gripe en grupos de riesgo, la tos convulsa, entre otros, y, como casos paradigmáticos, la poliomielitis, la rubeola o el sarampión.
La SAHE adhiere a otras sociedades científicas en la defensa de la obligatoriedad de las vacunas que integran el Programa Nacional de Inmunizaciones y desestima categóricamente cualquier intento de modificar las estrategias actuales de vacunación que pueda poner en riesgo la salud de la población argentina.